Ponte la miel en la cara

¿Te has preguntado alguna vez si existe un ingrediente natural que pueda hacer maravillas en tu piel? Bueno, la miel es la respuesta (y si es la de Ulmo certificada de Da'Oro, mucho mejor). No solo es rica y natural, sino que también es un excelente tratamiento para la piel que puedes aplicar directamente en tu rostro. Incorporar en tus rutinas de cuidado unas pocas gotas de este oro líquido, hará que tu piel quede más suave, luminosa y sana. 

Hidratación profunda: la ciencia detrás del “glow”

La miel de Ulmo es como un imán para la humedad. Atrapa el agüita del ambiente y la lleva directo a tu piel, dejándola hidratada y con ese anhelado efecto “glow” ícono de la juventud. Si tu cara anda media seca o cansada, una mascarilla de miel de Ulmo la deja suave y como nueva, ¡te lo aseguro!

Limpieza y exfoliación suave: antibacteriano natural

Esta miel tiene lo suyo: enzimas y propiedades antibacterianas que limpian tu piel profundamente, pero sin dejarla tirante. Si tienes piel sensible o luchas con el acné, usar la miel de Ulmo como limpiador es una opción amigable con tu piel sensible que a la vez te permite deshacerte de las impurezas, manteniendo el equilibrio natural sin eliminar sus aceites naturales.

Cicatrización de la piel: propiedades antiinflamatorias y curativas

Investigadores de la Universidad de Bonn han descubierto que la miel es una alternativa terapéutica más eficaz que los antibióticos tradicionales en el tratamiento de heridas de curación lenta, incluyendo infecciones por SARM (Staphylococcus aureus resistente a meticilina). En Chile la científica Gloria Montenegro desarrolló un factor que indica el poder bactericida de la miel nacional de Ulmo “Active Patagonia Factor”, siendo recientemente galardonado con el London Honey Award 2021. Montenegro indica que "El extracto fenólico de la miel de Ulmo tiene una actividad controladora de bacterias importante, muchas de ellas cada vez más difíciles de contener con antibióticos sintéticos".

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y curativas, la miel de Ulmo puede ser una aliada en el tratamiento de pequeñas cicatrices o acné. Aplicar un poco de miel sobre las áreas afectadas regularmente puede acelerar el proceso de curación y reducir la inflamación.¿Tienes marquitas o un granito rebelde? La miel de Ulmo es tu mejor amiga. Pura magia en un frasco.

Lucha contra el envejecimiento: un escudo de antioxidantes

Cargada de antioxidantes, la miel de Ulmo es un escudo contra los radicales libres que envejecen tu piel. Con aplicaciones regulares, tu piel se mantiene firme, elástica y con la apariencia hidratada que todos queremos. 

Calma la piel irritada: alivio natural

Si tienes la piel sensible o condiciones como eczema o rosácea, la miel de Ulmo puede ser de gran ayuda. Sus propiedades calmantes ayudan a reducir el enrojecimiento y la irritación, proporcionando alivio y confort a la piel agitada.

Obviamente, te recomendamos consultar con tu dermatólogo para ver si estos consejos generales se aplican a tu tipo de piel.

Ideas de cómo utilizarla

• Máscara facial: Aplica dos cucharadas de miel cruda sobre la piel húmeda de tu rostro en una capa fina y deja actuar durante 15-20 minutos antes de enjuagar con agua tibia. 
• Limpiador: Masajea suavemente una pequeña cantidad de miel de Ulmo sobre la piel húmeda, luego enjuaga. Es importante que sea miel cruda, sin filtrar, no calentada y 100% pura. Primero sácate el maquillaje con algún aceite natural, puede incluso ser el clásico de oliva. Luego moja bien tus manos y toma 1/2 cucharadita de miel y frotala con la yema de tus dedos para calentarla, luego masajea sobre la piel húmeda. Cubre toda la cara y deja actuar al menos 10 minutos. Luego lava tu cara con agua tibia y seca suavemente para luego aplicar alguna crema hidratante. 
• Tratamiento de cicatrización para puntos específicos: Aplica un poco de miel de Ulmo directamente sobre las áreas afectadas y deja actuar durante la noche.